Rocío estudió diseño gráfico pero rápido se dio cuenta de que lo suyo era la acción de una cocina. Pasó 7 años en The Good Food Company, cambió catering por mercado en Café Tornasol y de ahí saltó a la alta gastronomía en Saddle.
Tras insistirnos mucho en su deseo de trabajar en Tres Por Cuatro pudimos acceder a su petición y bendita la hora! Llegó un huracán de buenas vibras, de buen humor y muchas ganas, por lo que iba sobrada de actitud, pero si hablamos de aptitudes hablamos de una persona con mucha sensibilidad para la cocina, paladar y cabeza, memoria gustativa y capacidad de desarrollo y creación.
Por todo esto, cuando André y Alex tuvieron que decidir a quién confiar las riendas de su nuevo proyecto lo tuvieron clarísimo, porque Rocío no lo sabe pero necesitaba y merecía un proyecto más ambicioso para ella, para demostrar lo que vale, y aquí en Pacto Raíz podréis comprobarlo cada vez que nos visitéis.
Tímida y humilde ambición además de compromiso. Nuestra Roci vale oro!